¿Por qué nos invaden los pensamientos antes de dormir?

Muchas veces nos ha pasado que llegamos al final del día, luego de un largo y agotador día y que cuando solo buscamos nuestra paz, tranquilidad y queremos descansar y dormir plácidamente, llega ese momento fatídico en el que nos invaden pensamientos que de pronto llenan toda nuestra atención y la inundan con preguntas tales como: ¿habré cerrado con seguro la puerta de la casa? ¿apagué la cocina y el horno? ¿envié el último correo electrónico? ¿se asomará el monstruo de debajo de la cama?

La verdad es que esto nos pasa a todos, es una característica propia de nuestro cerebro debido a que está programado de fábrica a generar pensamientos sin necesidad de un estímulo que los ocasione. Eso quiere decir que todos somos capaces de tener esos. Debemos agradecer por esto, porque nos da la oportunidad de ser creativos e innovadores, de solucionar problemas y encontrar las respuestas más esquivas. Basta con recordemos el famoso ¡EUREKA! de Arquímedes y siendo lo más sinceros que podamos quien no ha logrado emularlo consiguiendo las mayores ideas revolucionaria en el baño (estoy seguro de que también te ha pasado).

Lamentablemente y como en todo en nuestra vida no todo es de color de rosa. Hay una parte negativa de este proceso y es que estos pensamientos involuntarios no siempre son pensamientos agradables. Muchas veces estos intrusos mentales, nos atormentan con ideas negativas y dañinas para nosotros. Se trata de pensamientos inútiles, disfuncionales y desagradables que aparecen de manera frecuente y tienen el poder de producir ansiedad, dificultar la concentración y robarnos la calma. Y el percibirlas de manera continua puede ser un gran indicador que debemos hacer un alto en nuestra vida y entender porque ocurren. Los pensamientos intrusos tienen la capacidad de convertirse en el centro de todo si no se trabaja sobre ellos. Esto se debe a que tienen la capacidad de abstraer a las personas hasta el punto de que se alejan de la realidad que les rodea. Mucha tristeza, sentimiento de culpa y estrés pueden ser los causantes, y hasta que los resolvamos estos pensamientos no nos dejaran en paz.

Ahora si los tenemos, es importante reconocerlos como lo que son, pensamientos intrusivos, aceptarlos y no tratar de evitarlos. Luego siempre es bueno verbalizarlos, siempre es bueno conversarlo con alguien. Si padeces con ellos te comparto 7 estrategias para conseguir controlar estos pensamientos intrusivos.

  1. Intenta distraerte con algo para no focalizar en estos pensamientos intrusos

Escoge una forma de distracción que signifique colocar la mente en blanco o que no permita que la mente se vaya a la deriva. Por ejemplo, escoge una serie, una película, música o un buen libro para que el pensamiento intruso se vaya diluyendo. Lo que necesitas aquí es poder concentrarte en algo más.

  • Evita situaciones que te estresen

Cuando nos encontramos en situación de estrés, esa evaluación de la situación que hace que consideremos que no vamos a poder con las demandas que requieren las situaciones, es muy posible que esto les dé más fuerza a los pensamientos intrusos. Incluso en algunos casos trabajar en los elementos que nos estresan para controlarlos puede ser suficiente para debilitar los pensamientos intrusos antes de dormir.

  • Aumenta la actividad física

Los pensamientos intrusos necesitan de importantes cantidades de energía para que puedan aparecer. Cuando estamos agotados por nuestra rutina de ejercicios, no solo generamos las hormonas de la felicidad, sino que también consumimos la energía psíquica acumulada que puede alimentar los pensamientos no deseados.

  • Aceptarlos como lo que son, pensamientos intrusos, no tus deseos ocultos

Recuerda lo que dijimos antes, no puedes controlar los pensamientos espontáneos, por eso tienes que recordar que son simplemente eso, pensamientos aleatorios que nos trae nuestra mente. No le des más vueltas al asunto y no creas que por que los tienes algo mal. Y lo más importante no es que sean deseos que no puedes conseguir. Si aparecen déjalos pasar.

  • Entiéndelos y no los enfrentes directamente

El pensamiento budista fomenta la iniciativa de no criticar los pensamientos. Con esto no sólo te permites enfocarte en pensamientos positivos, sino que puedes alcanzar que los pensamientos indeseables se transformen y consigas hacerlos desaparecer, liberando la mente y encaminando tu energía psíquica a puntos más positivos para ti.

  • Ponle una cuota positiva

Tiñe de una postura positiva a estos pensamientos negativos para que puedan encontrar una respuesta positiva en ti. Intenta no quedarte con lo malo de ellos y busca transformarlos en algo productivo.

  • Habla o escribe sobre ellos

Poder expresarlos puede ayudar mucho. Si somos capaces de ponerlos en palabras y conseguir que estos se verbalicen es posible que salgan de donde están y verlos desde afuera nos puede dar una nueva perspectiva para comprenderlos y superarlos sin mayores molestias.

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