Todo cuerpo es real para verano

Hoy en día ya no importa qué estación sea: verano, otoño, invierno… los medios de comunicación y redes sociales se encargan de crear estándares de cuerpo/cara/pelo/ropa que hay que seguir… Y sinceramente yo ya me aburrí de eso.

Por eso, hoy voy a revelar el secreto mejor guardado de la humanidad… Lo que ni el gobierno ni el FBI quieren que sepas… Sí, hoy revelaré cómo tener un cuerpo de verano:

  1. Tener un cuerpo
  2. Que sea verano

¡Increíble! ¿Verdad? Durante tanto tiempo nos han estado mostrando “dietas milagrosas para llegar perfectas a la playa” o “Ropa que te (favorece) según tu tipo de cuerpo” ¡ah! Y no olvidemos el “cómo cortarte el flequillo según tu nariz”. ¿Perdona? Lo que más me va a favorecer es aquello con lo que me sienta yo misma, y ya está.

Sé que es muy fácil decirlo, pero algo más complicado aplicarlo, por eso te dejo unos tips pasos que me sirvieron (y me siguen sirviendo hoy en día) para no tomarme tan en serio todo.

  • No te creas todo lo que ves en Instagram. Esa plataforma está repleta de Photoshop y ángulos fotográficos. Todas tenemos papada cuando miramos el móvil echadas en la cama y se nos forma un acordeón aplastado en la barriga cuando nos sentamos.
  • Abraza tus “defectos”. Que en realidad no son defectos, pero ya me entiendes. Ese hueso sobresaliente de tu nariz, ese diente torcido, esa cicatriz… ¡Qué bien te queda!
  • Haz lo que verdaderamente te haga feliz. Si eres de las que hace bailecitos al comer algo que te gusta ¡Disfrútalo al máximo! Y si eres de las que ama darlo todo en el gimnasio ¡Que nadie te haga sentir “superficial”!
  • Un cuerpo real es aquel que es cuerpo. Ni las más gordas son más reales ni las más flacas son más auténticas. Todo cuerpo es real y punto.

Sí, lo sé. Es una constante lucha, nadie se salva de las feroces redes sociales, pero míralo como que eres tu propia plantita: te tienes que regar día a día para que puedas florecer al máximo.

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